Brindar atención personalizada, integral, oportuna y de calidad a personas adictas y sus familias, por medio de un trato innovador que garantice la creación de factores de protección, para alcanzar una vida plena y sin consumo.
ContáctenosEl programa de tratamiento de Alas de Libertad, está basado en el Modelo de Comunidad Terapéutica y contiene una orientación bio-psico-social-espiritual con un abordaje multidisciplinario con enfoque de Derechos Humanos.
Nuestro objetivo primordial es ayudar a las personas a caminar hacia el encuentro del sentido de su vida. Realizamos un abordaje terapéutico integral basado en diversos enfoques, tales como:
Terapia humanista
Terapia cognitivo conductual
Terapia familiar sistémica
Terapia racional emotivo conductual
Arteterapia
Yoga terapia
Aroma terapia
Metodología Inter aprendizaje
Principios espirituales de los 12 pasos
Perspectiva de genero
El programa residencial consta de 4 etapas consecutivas, con una duración de un mes cada una de ellas.
Etapa l:
Estabilización del residente, por medio de la atención y tratamiento médico para el manejo del síndrome de abstinencia.
Además, reciben:
5 sesiones por semana terapias grupales en adicciones
1 sesión por semana de Consejería
1 sesión por semana de Psicoterapias individual
1 sesión por semana de Terapia de familia
4 sesiones por semana de Terapia ocupacional
2 sesiones por semana de Arte terapia
4 sesiones grupales de NA
1 sesión por semana de Yoga
1 sesión por semana de Boxeo
Etapa 2:
5 sesiones por semana Terapias grupales en adicciones
1 sesión por semana de Consejería
1 sesión por semana de Psicoterapias individual
1 sesión por semana de Terapia de familia
4 sesiones por semana de Terapia ocupacional
2 sesiones por semana de Arte terapia
4 sesiones grupales de NA
1 sesión por semana de Yoga
1 sesión por semana de Boxeo
1 sesión por semana de Terapia grupal con hombres sobre la construcción de una masculinidad positiva
1 sesión por semana de Trabajo Grupal con mujeres sobre la construcción de factores protectores para la prevención de la violencia.
Etapa 3:
5 sesiones por semana Terapias grupales en adicciones
1 sesión por semana de Consejería
1 sesión por semana de Psicoterapias individual
1 sesión por semana de Terapia de familia
4 sesiones por semana de Terapia ocupacional
2 sesiones por semana de Arte terapia
4 sesiones grupales de NA
1 sesión por semana de Yoga
1 sesión por semana de Boxeo
1 sesión por semana de Prevención de recaída
1 sesión por semana de Elaboración de proyecto de vida
1 sesión por semana de Terapia grupal con hombres sobre la construcción de una masculinidad positiva
1 sesión por semana de Trabajo Grupal con mujeres sobre la construcción de factores protectores para la prevención de la violencia.
Etapa 4:
4 psicoterapia individual
4 psicoterapia de familia
4 prevención de recaída
Brindar atención personalizada, integral, oportuna y de calidad a personas adictas y sus familias, por medio de un trato innovador que garantice la creación de factores de protección, para alcanzar una vida plena y sin consumo.
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Costa Rica
Estamos ubicados en La Garita de Alajuela, 500 metros al Sur de la fiesta del maíz, casa antes del puente. Nuestras instalaciones tienen una locación extraordinaria para las terapias alternativas al aire libre, con un clima privilegiado, considerado uno de los mejores climas del mundo.
Estaremos atentos a atenderle.
La adicción a sustancias psicoactivas es una enfermedad, crónica y compleja, que se puede tratar para alcanzar la recuperación. Desglosando más esta definición se puede concluir:
Declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) se caracteriza por una serie de signos y síntomas biológicos, psicológicos y sociales.
Porque es progresiva causando pérdida de control y dominio propio
Difícilmente la sociedad pueda comprender que está sucediendo con la persona en problemas de adicción si no adquiere información para conocer realmente sobre este problema.
Para trabajar la adicción es necesario que la persona adquiera consciencia del problema (aceptación) este objetivo se puede realizar con un equipo de profesionales especializado en el tema de las adicciones. Cuando se logra este propósito es importante el acompañamiento por parte de las redes de apoyo para tratar el síndrome de abstinencia, que su significado es: la ausencia de sustancias de consumo, que según el organismo y la droga más usada así va ser los síntomas como, por ejemplo: sueños consumiendo, sudoración, fiebres, alergias, ansiedad, ataques de pánico, depresión entre otros. No es adecuado que la persona sufra este síndrome en silencio sin redes de contención que le brinden soporte y acompañamiento, ya que esto podría provocar una recaída y hacer más difícil la recuperación.
En la clínica Alas de Libertad trabajamos con un enfoque centrado en la persona y no en la adicción. Nuestro programa se basa en el encuentro con el sentido de sus vidas, desarrollando herramientas personales, desde los diferentes abordajes.
Nuestro equipo de profesionales está altamente calificado para abordar con ética, respeto, confidencialidad y amor incondicional la problemática de las adicciones, tanto a la persona que consume y a su sistema familiar.
Cuando hablamos de adicción, generalmente pensamos en la persona que consume, y pocas veces recapacitamos en las familias de esa persona. Sin embargo, la adicción es una enfermedad que afecta a toda la unidad familiar, y de hecho acaban estando tan implicados en el proceso adictivo como el mismo consumidor.
Desde nuestro abordaje terapéutico, entendemos que la familia es un sistema unitario y que cuando hay un miembro que se enferma en esa familia, todos sus integrantes se vuelcan hacia él, cambiando sus propios hábitos y costumbres, viviendo alrededor de las necesidades de la persona consumidora. Este acomodo se convierte en un factor crucial en la permanencia y mantenimiento de la conducta adictiva. En este sentido, el abordaje familiar debe estar presente desde el primer momento de cualquier tratamiento para lograr tener éxito en la recuperación y la sostenibilidad de la abstinencia.
Un aspecto a destacar, es que generalmente hombres y mujeres establecen roles distintos dentro de la dinámica de la familia. Mientras las mujeres tienden a mostrar más preocupación y a establecer el rol de salvadoras y salir al rescate, los hombres establecen el rol de perseguidores y de confrontación, propiciando un clima de persecución y secretismo que solo favorecen y fortalecen la conducta adictiva
Los miembros de la familia adoptan, rápidamente como mecanismo de defensa, la negación; los hechos y la realidad suele ser tan doloroso que a menudo son los familiares quienes niegan el problema, más que el propio adicto, e incluso cuando el adicto reconoce su adicción, podríamos encontrarnos la negación en la familia, que pueda llegar hasta boicotear el proceso de tratamiento. ¿Porque sucede esto? reconocer la adicción en casa puede albergar sentimientos como la culpa y el miedo, muchas veces también la vergüenza, ligados a un profundo sentimiento de fracaso.
Algunas veces creer que, si se toma el control del suministro de drogas o de consumo y hacer tratos con la persona adicta, utilizando ultimátum y amenazas, que no se llegan a cumplir nunca, va a lograr que la persona deje de consumir, cuando en realidad lo único que se logra es reforzar la conducta adictiva y posponer la recuperación.
La familia con frecuencia se convierte en el protector de la persona adicta y trata con todas sus fuerzas de evitarle que pase por las consecuencias negativas de la adicción, dando excusas, encubriendo o resolviendo los problemas derivados de su consumo; algunas veces hasta pagando deudas por la compra de sustancias y exponiendo a peligros producto de las amistades o relaciones con las que la persona consume
La mejor estrategia, es lograr que todas las personas implicadas en la unidad familiar, hablen claramente con la persona adicta, de forma transparente, sincera, comprensible pero firme con relación al asunto de la adicción y de la preocupación que eso genera en toda la familia, evitando utilizar la culpa y los reproches. Aprovechar el espacio para establecer unos mínimos para la convivencia y poner límites claros y específicos, que se puedan cumplir, ya que fracasar en el cumplimiento de las consecuencias de la ruptura de esos límites, solamente favorecerían la conducta adictiva, por eso los límites deben ser razonables y ajustados. Hay que demostrar preocupación por la situación, evitando la confrontación y la ira, evitando provocar en esos momentos más tensión y conflictos.
Algo que se hace imprescindible y necesario, es que todos los familiares implicados en el proceso, actúen en una misma dirección, de forma consensuada, impidiendo así triangulaciones y dúos; evitando que la persona adicta se alíe con el más débil y pueda llegar a aprovecharse del más flexible y criticar al más estricto y por ahí aumentar más la conflictividad familiar y la dependencia
Para concluir me gustaría decir que la recuperación es posible y que el papel de la familia es fundamental en el tratamiento de las adicciones.
Dra. Patricia Medina Gomez. Psicóloga. Alas de Libertad
Los consejeros que tratamos personas con trastornos por uso de sustancias, realizamos un trabajo con el tratamos de cambiar vidas a diario. La Consejería debe ser ante todo un compartir entre dos personas, donde la persona adicta logre percibir la libertad de expresarse sin temor a ser juzgado, en un ambiente cálido, respetuoso, confidencial y empático. Para el tratamiento de las personas consumidoras de sustancias, la persona consejera, utiliza las competencias que se deben dominar para desarrollar habilidades y destrezas, que guiaran al usuario a realizar cambios conductuales, para que sea la misma persona que consume la que se comprometa con responsabilidad y coraje a sanar y realizar cambios verdaderos en su vida y alcanzar la recuperación y la sobriedad.
El término “transdiciplinario” trata sobre el conocimiento y las destrezas necesarias para la el abordaje de pacientes en la Consejería, especialmente la que lidia directamente con los individuos con trastornos por uso de sustancias. La Consejería se construye sobre cuatro fundamentos transdiciplinarios:
La consejería profesional tiene principios básicos pero que son fundamentales para crear el ambiente propicio y alcanzar la recuperación; expresar empatía, desarrollar discrepancia, fluir con la resistencia, apoyar la auto eficiencia y desarrollar una verdadera alianza terapéutica, son habilidades fundamentales en el tratamiento de las adicciones.
Así mismo la persona consejera debe estar dispuesta a utilizar una variedad de estrategias de ayuda según la necesidad individual de cada persona adicta.
1- Entender la Adicción.
2- Conocimiento del Tratamiento.
3- Aplicación a la Practica.
4- Preparación Profesional.
Brindar al usuario el tratamiento que necesite según sus necesidades del aquí y el ahora, tratar de que comprenda, acepte y reconozca su realidad, especialmente la situación de consumo, que visualice y reconozca el papel que juegan las redes sociales y su grupo de amistades, con el objetivo de lograr la sobriedad e implementar estrategias para el manejo de la Insidia es otro objetivo de la consejería en adicciones; para esto el consejero podrá buscar la cooperación de las personas significativas en la vida de la persona consumidora, tratando de establecer una fuerte red de apoyo que lo pueda contener y fortalecer.
Este es el trabajo diario del equipo de consejería en la Clínica Integral Alas de Libertad.
Las terapias expresivas, también conocida como terapias creativas, es el uso de técnica o medios artísticos como una forma de abordaje terapéutico. A diferencia de la expresión de arte tradicional, esta forma de terapia pone su énfasis en el proceso de creación y no en el producto final ni en su estética.
Las artes expresivas son una herramienta fantástica para aspirar al entendimiento y la transformación individual. Invita a las personas, grupos y comunidades a participar de un espacio creativo, donde a través de diferentes modalidades artísticas se expresan, identifican y potencian recursos personales por medio de la capacidad del ser humano de imaginar y crear sin límites.
Se basa en vivir las sensaciones corporales y concientizar emociones desde el cuerpo. Nuestros cuerpos son vehículos de auto-conciencia, y por medio de las expresiones artísticas podemos lograr una profunda conexión e ínter juego entre el cuerpo físico, las emociones y el mundo mental/imaginario.
Cuando estamos comprometidos y conectados con nuestro movimiento/danza y las artes expresivas, es posible revelar las creencias, estereotipos y patrones que nos han acompañado a lo largo de nuestras vidas y que hoy están presentes para direccionar la forma en que nos relacionamos con el mundo.
Cuando representamos y plasmamos visiones positivas a través de nuestro arte, estamos creando imágenes y modelos positivos, que pueden convertirse en fuertes guías de nuestra vida y vehículos para la sanación y recuperación.
La mejor herramienta para el abordaje de los traumas es el Cuerpo: vivimos en y a través de nuestro cuerpo. El cuerpo contiene y revela toda nuestra experiencia de vida. Es a través del cuerpo donde es posible la conexión física, emocional, espiritual y mental. Es solo a través de él que podemos llegar a conocernos y conocer el mundo en el que nos ha tocado vivir.
Expresión, sanación, cambio y transformación son actos del cuerpo. Por medio las terapias expresivas, aprendemos a escucharlo y reconocer la sabiduría que hay en él.
Valeria Fernández Medina
Terapeuta Epresiva. Alas de Libertad.
Hay una población de la que no se habla en las conferencias de prensa y es la de las personas consumidoras de drogas.
¿Las personas con adicciones son parte de la población de riesgo ante el COVID-19?
Sí, por varios factores:
Biológicos: Las personas usuarias de drogas de forma crónica tienen características de inmunodepresión, es decir tienen defensas más bajas. Entonces, en esta epidemia son más permeables a infecciones. Personas consumidoras crónicas de cocaína tiene problemas cardíacos, fumadores tienen afecciones respiratorias, etc. (Factores que son de riesgo según el Ministerio de Salud).
Psicológicos: Todos tenemos conductas de autocuidado que desarrollamos durante toda la vida, a través de esa conducta nos anticipamos a los daños. Sin embargo, en las personas usuarias de drogas de forma crónica está estudiado que se presenta una baja percepción del riesgo, por ello, sus capacidades de autocuidado son insuficientes o escasas. Por lo general se exponen a situaciones de peligro, sin evaluar costos. Además, presentan una dificultad para aceptar las normas, y las desafían. Por ejemplo: el “Quédate en casa” es una norma, y al tener dificultad para cumplirlas, hay altas probabilidades de que esta sea transgredida.
Sociales: Las personas consumidoras de sustancias psicoactivas son personas estigmatizadas por la sociedad y también por el sistema de salud. Tienen menos capacidad de acceso a los servicios y existe un rechazo hacia ellos, lo que también hace que no se acerquen a los servicios de salud de manera frecuente. Muchas veces se le atribuye ese rechazo a estas personas, pero la dirección es al revés y por eso consultan menos.
Establecer una planificación de a un día a la vez. Organización de los horarios de alimentación, higiene, sueño, recreación y actividad física en casa. Ponerse metas accesibles. Respetar y generar espacios personales en la convivencia. Consensuar normas en el hogar. Recordar que estamos ante una cuarentena física, no emocional. Evitar relacionarse con amistades de consumo por medios virtuales de comunicación. Estar en contacto con personas en recuperación. Mantener comunicación constante con un terapeuta o profesional de la psicología. Acudir a reuniones virtuales de 12 pasos diariamente
En caso de que la convivencia no sea manejable para la persona consumidora de drogas y para su familia, lo más recomendable es acudir a un centro de internamiento en donde se le pueda dar un adecuado abordaje al proceso de la persona desde un acompañamiento profesional.